“La pandemia ha cambiado muchas cosas pero sin dudas el efecto en las comunicaciones es actualmente el más evidente y uno de los que más perspectivas a futuro tiene. La televisión actual debe cambiar”
Por Lautaro Sánchez Lusarreta y Manuel Carrasco
La historia
Volvamos por un momento a la vieja realidad, volvamos 2 años atrás donde el mundo era totalmente diferente. El mundo del gaming esta en puro crecimiento y ya se empiezan a ver torneos de e-sports en las cadenas de televisión de deportes. Los titulares son “Niño argentino gana premio millonario en torneo de videojuegos”. Thiago Lapp tiene 13 años y gana 900mil USD en el mundial de Fortnite abriendo así un gran debate nacional. Parece que quedarse horas jugando juegos ya no es tan perjudicial para el futuro económico de los jóvenes…
Pero volvamos aún más atrás volvamos al principio de todo esto, el verdadero comienzo de la polémica con internet, el contenido digital y los nuevos “famosos”.
Corría el año 2011 y personas como Marito Baracus y Julián Serrano ya se hacían conocidos por crear y subir videos a la plataforma YouTube, su contenido era totalmente diferente entre sí pero representaban los primeros lugares en cuanto a contenido digital en Argentina. Paralelamente, en una plataforma completamente diferente surgían otro tipo de creadores de contenido, los streamers. A diferencia de los youtubers, los streamers se caracterizaban por generar un contenido audiovisual sin mucha edición ni preparación encima. Era simple y llanamente prender la computadora, encender la cámara, y arrancar.
Por lo menos, así fue para Martin Pérez Disalvo; actualmente conocido como “Coscu”. En una plataforma, como lo era Twitch en su momento, fue forjando su camino. Desde sus primeros 5 viewers (espectadores) hasta las decenas de miles que maneja actualmente.
La realidad es que más para los streamers como Coscu, su trayecto no fue para nada sencillo, ya que, si bien el mundo de los youtubers estaba apenas tomando forma, la plataforma, no obstante, era bastante conocida en su momento. Todo el mundo sabía lo que era Youtube. Con Twitch, en cambio, la cosa fue distinta; era una plataforma reservada para un cierto nicho de personas, los “gamers”, o en simples palabras aquellas personas que disfrutan los videojuegos.
Ese simple y mero goce por los juegos fue evolucionando, casi por selección natural, en lo que mencionábamos al inicio de la nota: Los eSports (por su traducción, deportes electrónicos). Estoy convencido de que la mayoría de las personas habrá jugado o por lo menos habrá escuchado nombrar en algún momento de su vida al Counter-Strike 1.6 o al League of Legends; juegos electrónicos que poseían su auge entre los años 2000 y hasta la fecha.
Juegos tan populares albergan cientos de miles de jugadores, entre los cuales destacan los mejores y los que finalmente se dedicarían a la industria de los eSports, compitiendo en el mejor nivel y contra jugadores de todo el planeta, participando por premios millonarios. Argentina siempre fue muy reacia entorno a este ambiente, es difícil para alguien que se quiera dedicar profesionalmente en algún juego, competir desde Argentina.
País precario y deteriorado desde sus conexiones a internet, pasando por su infraestructura y yendo hasta la importancia y el respeto que la sociedad le otorga al chico o chica que pasa su tiempo jugando. Es incomparable el nivel de competencia que existe en Latinoamérica contra Norteamérica, mucho menos si hablamos de Europa y ni hablar de Asia (continente sumamente exitoso en este ámbito). De los 10 torneos mundiales efectuados en el League of Legends, en 9 de ellos el campeón es Asiático.
Retomando, la verdad es que todo lo relatado siempre dio de que hablar en la televisión Argentina, desde cuestionando sobre si los videojuegos pueden catalogarse como deportes, hasta incluso declarar que los videojuegos convierten a los niños en potenciales asesinos. Hasta ese nivel escalaron los tópicos que circularon en los medios.
Lo cierto es que tanto Marito Baracus, Julian Serrano como Coscu fueron algunos de los pioneros de un largo camino en cada una de sus áreas. Julián Serrano terminó desembocando en la tv argentina como actor y dejó su preponderancia como youtuber, reflejando lo que significaba por entonces pertenecer al gran medio por excelencia, la televisión.
Los dueños del rating y de los éxitos por esos años eran personas como Marcelo Tinelli o Jorge Rial, quienes supieron entender a la perfección el negocio por aquel momento.
Pero los años pasaban y las nuevas generaciones optaban por consumir contenido online, haciendo así conocidos a cantantes, influencers, streamers etc. Este primer gran salto representaba el desafío de una generación de acompañar e integrar nuevas formas de hacer contenido y vivir de él, pero lamentablemente algo falló…
Los grandes medios de comunicación dirigidos y protagonizados por personas instaladas hace años en la pantalla, decidieron ridiculizar a este nuevo grupo de jóvenes. Las burlas pasaban por que no consideraban esta nueva ola como un trabajo, y alertando sobre la supuesta peligrosidad de que los menores consumieran este tipo de contenido. Entonces se dio lo lógico, el contenido de internet se quedo en internet, aislándose así de los medios tradicionales.
La debacle total de la televisión
Los tiempos pasan y las sociedades se transforman, y eso cambiaría rotundamente el éxito de los programas de aquel entonces. En la primera década de los 2000, la cosificación de la mujer en vivo, la intromisión en los asuntos de la vida intima de los famosos, la adicción de poner incomodo a los entrevistados entre otros, eran los formatos imperantes.
En la actualidad cada vez son menos quienes desean consumir dichos productos, la moral pública cambió y los gigantes de la televisión se tuvieron que aggiornar. El mencionado Marcelo Tinelli, moderó su programa, eliminó las bromas pesadas y dejó de “cortar polleritas” en vivo cada noche. Mientras que Jorge Rial, haciendo uso de su habilidades actorales se mostró “arrepentido” por su largo historial de misoginia y se declaró feminista llegándose a tatuar un pañuelo verde.
A pesar de los incesantes intentos por captar público joven, los programas caían más y más. En la desesperación el discurso con algunos miembros de internet cambió y se los invito a sus programas. Y ese fue el fondo definitivo. Quienes habían sido hábiles leyendo su mercado olvidaron a sus seguidores por el afán de conseguir otros que nunca llegaron.
A día de hoy existe un envejecimiento en el rating de la televisión. Un segmento que en décadas anteriores estaba reservado para los jóvenes hoy es ocupado por personas de más de 40 años y específicamente en entretenimiento en su mayoría son mujeres. Si los programas cambian y comienzan a hablar de los nuevos famosos del internet, ese segmento de mujeres mayores de 40 años no los conocen, lo cual hace que el programa deje de ser tan atractivo. Eso lleva a que El icónico Showmatch este en los peores ratings de su historia y el gran Jorge Rial hoy se encuentra fuera de la televisión luego de fracasar en sus más recientes proyectos.
Por otro lado está la nueva tendencia, Twitch y el streaming. La media de un streamer muy exitoso previo a marzo de 2020 era de unos 12 mil espectadores, números increíbles en comparación a los que supo tener Coscu en su inicios pero todavía faltaba más…
La pandemia hizo que toda hispanoamérica se aísle en largos periodos de tiempo aumentando increíblemente el tráfico en internet y Twitch no fue la excepción. Hoy la media de los miembros más importantes de la plataforma es superior a 100 mil.
Pero ¿Qué es lo atractivo del Streaming? ¿Porqué es tan importante hoy en día?
Lo cierto es que se pueden dividir razones en dos grandes grupos:
1º Las razones técnicas: En primera instancia cada consumidor puede elegir que contenido ver específicamente. Cada vez se pondera más la libertad de elegir lo que cada uno desea y no el esperar la sorpresa de formatos antiguos. Si quiero ver a un jugador de League of Legends sé quienes son los que crean ese contenido, si me quiero divertir sé cual es el IRL (por sus siglas: In Real Life) que más me hace reír.
2º Las razones morales: Los streamers, los cantantes, y algunos youtubers manejan comunidades. Son grupos unidos de personas que se ayudan mutuamente y se guían para que el medio crezca. Se manejan los mismos códigos, y se busca un bien común. Por supuesto que no son todos amigos, pero el respeto está siempre. El consumidor en cierto punto se siente parte de ese grupo y comparte formas de actuar con ellos y eso impacta de forma enorme en la sociedad actual.
Sin ir mas lejos, muchos términos y modismos que se usan cotidianamente surgieron de estos espacios, pero eso será tema para un nuevo artículo.
Esa comodidad de formato y calidez humana ha hecho que personas como el Kun Agüero, Neymar e incluso Messi opten por estas plataformas a la hora de comunicarse.
La pandemia ha cambiado muchas cosas pero sin dudas el efecto en las comunicaciones es actualmente el más evidente y uno de los que más perspectivas a futuro tiene.