El pasado martes la ministra de salud Carla Vizzotti anunció la compra de 20 millones de dosis del laboratorio Pfizer. La funcionaria que cumple con el aislamiento post viaje a Londres, hizo público lo que sería, por primera vez, el avenimiento de vacunas Pfizer a la Argentina y por otro lado, informó el primer pago realizado de las dosis elaboradas por China y Canadá. 

El Estado argentino había acordado en Julio del 2020 con el laboratorio Pfizer la adquisición de vacunas a un costo menor del común, esto gracias a miles de argentinos voluntarios que se comprometían a probar en sí mismos, la efectividad de la vacuna. El acuerdo no pudo concretarse por razones que el gobierno no quiso explicar -Recomiendo lectura “La Novela de las Vacunas”

Con el 13% de la población vacunada (6.02 millones) y más del 60% (29.9 millones) sólo con la primera dosis, nos encontramos el presunto acuerdo con Pfizer, la donación por parte de EEUU de “Moderna” y el cumplimiento contractual con el laboratorio Cansino en donde el estado nacional acordó con el laboratorio Canadiense por 5,4 millones de dosis (elaboradas por China y Canadá) de las cuales 200.000 ya han sido abonadas por el gobierno nacional.

Los números no mienten, como lo redactaba en el párrafo anterior (info: Our World in Data) casi 30 millones de argentinos fueron inoculados con la primera dosis, por sobre una ínfima cantidad de 6 millones que se encuentra completamente vacunada (con la efectividad total de la dosis). No hace falta irnos muy lejos para conocer a alguien de +50 años que ha obtenido la primera dosis de la vacuna, pero aún no ha tenido la posibilidad de obtener la segunda. Esto se convierte en un problema cuando han pasado más de 3 meses de aquella primera dosis recibida, los laboratorios han informado que el plazo máximo entre ambas dosis es de tres meses mientras que el mínimo es de 21 días.

El plan de vacunación ha fallado cuando el plazo de tres meses entre cada dosis se cumple, el mismo plan se torna defectuoso cuando se encuentran jóvenes +18 vacunados con la primera dosis en el simultáneo que mayores de 50 no reciben la segunda. Esto sucede más que nada con la dosis de Sputnik V, ¿parece gracioso no? las vacunas que militó el oficialismo que ocupa el gobierno nacional, las remeras rojas con la hoz y el martillo en representación al comunismo, los 12 vuelos hacia Rusia, relatados por Victor Hugo Morales que nos costaron 30 millones de dólares para traer 4 millones de vacunas. Esas mismas dosis, hoy en día escasean porque el mismo presidente ruso prefirió proteger a los suyos en vez de seguir suministrando dosis a nuestro país, y no sería razonable culparlo.

Cuando se empezó a correr la información acerca de que las primeras dosis que comenzaban a perder su efecto por el paso del tiempo sin recibir la segunda, aparece en escena aquella vacuna que hace meses nos iba a costar “glaciares y petróleo” según el asesor bonaerense Rachid, la vacuna que buscaban adquirir un año atrás aquellos argentinos que se anotaron al voluntariado del ensayo de Pfizer, que al final no pudo concretarse. Se puede llegar a pensar que el gobierno nacional finalmente logró el acuerdo por estas dosis, en parte, porque son las únicas con las cuales se ha comprobado que sirve su combinación con otras dosis como AstraZeneca o también por aquellos enfermos que sólo con Pfizer podían ser vacunados, son muchas las causas por las cuales estas, como tantas otras vacunas, pudieron haber sido una buena adquisición en agosto del 2020.

Así con la venida de Pfizer, el primer pago realizado a Cansino y la donación que recibimos desde EEUU en dosis de Moderna, Argentina contaría con 6 diferentes vacunas proveniente de 6 distintos laboratorios:

• Sputnik V – Laboratorio Ruso, aunque hasta hoy 150 mil dosis se han producido en Argentina.
• AstraZeneca – Lab. en Oxford
• Sinopharm – Lab. Chino
• Moderna – Lab. en EEUU
• Pfizer – Lab. en EEUU
• Cansino – La vacuna es producida por China y Canadá.