Todos sabemos que para el gobierno Nacional no le es sencillo el proceso para la obtención de vacunas contra el COVID-19, si bien Argentina fue uno de los primeros países en apostar de lleno en las dosis de Sputnik-V y los vuelos hacia Rusia fueron un hecho histórico para los medios, al día de hoy solamente 9 de cada 100 personas en Argentina tienen la primera dosis, lo que no significa que estén vacunadas debido a que Sputnik-V requiere de dos dosis para su funcionamiento.

El total de dosis administradas en el país es de 4.5 millones aproximadamente en 45 millones de habitantes. (Fuente: as-coa.org)

Es notoria la demanda de vacunas que existe en todo el país, los dichos del gobierno central ya no tienen peso por la credibilidad que perdieron al realizar, durante toda la pandemia, declaraciones como prometer tener vacunados a 10 millones de argentinos entre enero y febrero (Fuente: Cancillería.gob.ar). Como consecuencia de esto algunas provincias y la CABA, decidieron tomar riendas en el asunto y comenzar a generar sus propios medios para suministrar de vacunas a sus habitantes.

Legalmente, no hay nada que impida que las provincias adquieran por sus propios medios las vacunas en el extranjero, el artículo 124 de la Constitución Nacional habilita expresamente a las provincias a “celebrar convenios internacionales” siempre y cuando estos no sean incompatibles con las formas que utiliza el gobierno nacional en el ámbito de política exterior.

Las provincias más decididas a obtener vacunas mediante la compra en el exterior son Mendoza, donde el gobernador Suarez ya advirtió que está en comunicación con científicos locales para lograr vínculos con laboratorios extranjeros, aunque reconocen que el mercado en donde quieren adentrarse se encuentra muy restringido. Por otro lado la región centro, compuesta por las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos también buscan de hacerse sus propios caminos para la obtención de dosis sanitarias, pero como los laboratorios que producen las vacunas ya tienen acuerdos con estados nacionales, lo más probable es que a partir del 2022 puedan acceder a ellas.

Como era de esperarse, la provincia de Buenos Aires seguirá la línea del gobierno nacional “Entendemos que la compra de vacunas las tiene que hacer la Nación porque tiene que autorizarlo la ANMAT. Guarda con comprar vacunas en cualquier lado porque va a aparecer el mercado negro”, señaló Gollán, ministro de salud de aquella provincia. Mientras tanto CABA de la mano de Larreta, comenzó algunos intentos para adquirir vacunas como Pfizer, Moderna y Jhonson&Jhonson, dejando en claro que en caso de obtener cierta cantidad estarían abiertos a distribuirlas a las demás provincias.

Las provincias del sur Neuquén y Río Negro señalaron la “inviabilidad” de estos intentos para adquirir vacunas por parte de las mencionadas jurisdicciones, mientras que algunas provincias del norte, como Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes y La Rioja, realizaron sondeos por Astrazeneca y Jhonson&Jhonson, aunque la respuesta no fue la esperada y esperan tener resultados para 2022.

El invierno se está acercando y los picos de contagios empiezan a ser, de nuevo, los zócalos de todos los programas. Aproximadamente a 4.5 millones de personas se les ha administrado solo la primera dosis de la vacuna, sea Sputnik-V, Astrazeneca, Sinopharm o Pfizer y solo a 700 mil se las ha vacunado completamente. Quizás hubiese sido más conveniente usar correctamente las vacunas e implementar las dos dosis a los más necesitados, que tener un sobrante de casi 4 millones de personas por caprichos de “humo político”