Por Rafael Hofmann y Agustín Primo
“El término bloqueo, en realidad, es utilizado de forma propagandística e ideológica/dogmática, para culpar al país norteamericano por los problemas que ellos mismos provocaron, al querer insistir con un sistema social, político y económico que jamás funcionó por el simple hecho de que va en contra de la naturaleza racional del ser humano. “
En los últimos días se han visto múltiples noticias acerca de la situación socio-política de Cuba, pero cabe preguntarnos ¿Qué está ocurriendo realmente?
El pasado Domingo 11 de Julio múltiples ciudadanos cubanos salieron a las calles de La Habana y San Antonio de los Baños a protestar por la acrecentada crisis económica, los eternos cortes de luz y el mal manejo de la pandemia vivida en el país. A medida que transcurrían los días cada vez más personas fueron uniéndose a dichas protestas bajo el lema de “Abajo la dictadura” y “Patria y vida”, remedo del eslogan oficial “Patria o muerte” usado por los revolucionarios cubanos liderados por Fidel Castro en la década del 60. La situación que está viviendo Cuba en estos días es similar a la vivida en 1960 luego de la asunción del Partido Comunista de Cuba y a la vivida en la década del 90 tras la caída de la unión soviética, lo que luego llevaría a la crisis de los balseros. En los últimos años Cuba ha sufrido uno de los más grandes éxodos de su historia, cada vez son más las personas que arriesgan sus vidas, intentando cruzar los 144 km de mar abierto que separan la isla con Florida en búsqueda de un futuro mejor.
El pasado miércoles el primer ministro cubano Manuel Marrero anunció que levantará por un tiempo las restricciones aduaneras que limitan la importación de medicamentos y alimentos, una de las tantas demandas que promulgaban los manifestantes.
En el último año Cuba sufrió una gran recesión económica producto de la pandemia del Covid 19, debido a que la mayor fuente de ingresos del país es el turismo.
¿Embargo o bloqueo?
Es muy común escuchar como propaganda política, que los problemas de Cuba (tanto sociales como económicos) son debido a un “bloqueo” por parte de los Estados Unidos, pero esto no es del todo cierto. Lo que sí es cierto, es que existe un embargo, que es sustancialmente diferente.
En primer lugar, un bloqueo es evitar que lleguen suministros, información, ejércitos u otras ayudas, a un determinado lugar (por ejemplo, como sucedió en 2019, cuando Venezuela bloqueó el puente de Tienditas para evitar que llegue la ayuda humanitaria desde Cúcuta (Colombia).
Puente de Tienditas, que conecta a Cúcuta (Colombia) con Táchira (Venezuela). Foto de Edinson Estupinan (AFP). Año 2019
Pero, hablamos de un embargo cuando, en un determinado país (en este caso, EEUU), se prohíbe comerciar y negociar con otro (Cuba). Esto se utiliza como un “castigo” por determinadas políticas.
Ahora… ¿Por qué en Cuba no hay un bloqueo?
Las relaciones políticas y económicas entre Cuba y los Estados Unidos de América, si bien datan desde principios del siglo XVII, lo más importante para entender este conflicto, es situarse a finales del siglo XIX, y más específicamente en el 1898, año en el que se firmó el Tratado de París.
El tratado de París consistió, básicamente, en la finalización de la guerra Hispano-estadounidense, donde en la misma, aparte de haberse pactado que Puerto Rico, Filipinas y Guam iban a pertenecer a los EEUU; se llegó al acuerdo de que el país norteamericano iba a estar a cargo de Cuba durante 4 años, y luego, el país iba a quedar a cargo del mismo pueblo cubano (Cabe mencionar que España tenía una deuda de 400 millones de dólares con EEUU).
Durante los comienzos del siglo XX, debido a la proximidad entre los dos países, se crearon lazos tanto políticos como económicos. En este caso, Estados Unidos fue un factor clave en lo que respecta a la inversión y adquisición de tierras para producir, principalmente, tabaco y azúcar; que luego iban a tener una ponderación importante en las exportaciones del país.
Lo mismo ocurrió con el turismo proveniente de los EEUU, factor muy importante para el crecimiento de la isla.
Pero… ¿Qué ocurrió luego?
Ya con Fulgencio Batista como presidente de facto de Cuba, y luego de distintas revueltas y conflictos entre Fidel Castro y el entonces presidente, en el año 1959, a través de la revolución cubana, la dictadura de Batista es derrotada por los revolucionarios comunistas, llegando Castro al poder el 1 de enero de dicho año.
Ante la aparición de este nuevo régimen, el gobierno estadounidense decidió reconocer al nuevo gobierno revolucionario, pero las relaciones entre los dos países cambiaron drásticamente a partir del 17 de mayo de 1959, fecha en la cual se promulgó la Ley de Reforma Agraria.
Decretar esta ley implicó la expropiación/nacionalización de las grandes empresas agrícolas, de las cuales muchas eran estadounidenses (aproximadamente mil millones de dólares en propiedades). Esto generó un malestar que terminó convergiendo a un embargo por parte de EEUU (prohibió todas las exportaciones hacia el país caribeño y los estadounidenses no podían visitar la isla). El 3 de enero de 1961 Eisenhower rompió las relaciones diplomáticas entre los dos países, mientras tanto, Cuba firmaba acuerdos comerciales con la URSS.
No fue hasta 2015, que luego de 54 años, Guerra Fría, crisis de los misiles, ley Helms-Burton Act, la visita del Papa, la visita del expresidente Carter, espionajes por parte de los dos países y la encarcelacion de Alan Gross; que Cuba y EEUU vuelven a establecer relaciones diplomáticas, lo que implicó que los estadounidenses podían viajar a Cuba de forma más fácil y también que los bancos cubanos y norteamericanos puedan emprender relaciones financieras, por poner algún ejemplo.
Si bien algunas de las medidas tomadas en 2015 dieron marcha atrás a partir de la nueva administración de los EEUU en 2017 (más que nada restricciones para los ciudadanos estadounidenses que viajan a la isla), Cuba aprobó en 2019 una nueva constitución que en teoría, protege la propiedad privada y la inversión extranjera.
Efectivamente, los datos y la historia nos dicen que nunca existió un bloqueo externo por parte de norteamérica, sino que es un embargo por una deuda que Cuba jamás pagó, y que afecta a los ciudadanos y empresas estadounidenses que piensen en visitar o invertir en el país.
Es tan inexistente este supuesto “bloqueo”, que Cuba, actualmente, comercia con más de 70 países a lo largo y ancho del mundo, y de hecho, en el año 2019, el 5,29% de las importaciones de Cuba (aproximadamente 279 millones de dólares), provinieron, nada más ni nada menos que de los Estados Unidos (Carne, cereales y sus derivados, agroquímicos, maquinaria, etc)
Entonces… ¿Por qué nos hablan de un bloqueo, y no de un embargo?
El término bloqueo, en realidad, es utilizado de forma propagandística e ideológica/dogmática, para culpar al país norteamericano por los problemas que ellos mismos provocaron, al querer insistir con un sistema social, político y económico que jamás funcionó por el simple hecho de que va en contra de la naturaleza racional del ser humano. Por esta razón, más de cientos de miles de cubanos trataron de escapar hacia la Florida para así tener una vida mejor. Lamentablemente no todos tuvieron la suerte de llegar.
El único bloqueo real que existe en Cuba es interno, y lo promueve el mismo gobierno cubano en contra de todo su pueblo, robándole todas las libertades de poder conectarse y formar parte de un mundo globalizado con mejores condiciones de vida; para así, seguir promoviendo y alimentando un sistema de mentira, que es fiel únicamente a quienes tienen el poder de coerción sobre los seres humanos.
Abogamos para que el mismo pueblo cubano termine con esta farsa que se viene alimentando hace más de 50 años, y así, logre cortar sus cadenas y puedan vivir en paz y libertad. #CubaLibre.
Rafael Hofmann tiene 21 años y es estudiante de economía por la Universidad Nacional de Córdoba. Interesado en finanzas, economía y política (nacional e internacional), escribió artículos e informes para Publius, AltMedia y la Fundación LiberAR. Es miembro del Club Objetivista Córdoba, espacio de debate filosofico que se dedica a divulgar las ideas del objetivismo de Ayn Rand en la Ciudad de Córdoba; también es miembro y dirigente académico de UPAU Córdoba.
Su compromiso con Publius surge de la idea de poder brindar una opinión crítica (pero objetiva) de los problemas y sucesos que acontecen (o acontecieron) en Argentina, y en el mundo