Este 8 de enero en Brasil, se volvió a repetir una triste historia para la democracia. Así como lo ocurrido el 6 de enero de 2021 en Estados Unidos, simpatizantes del ex presidente Donald Trump asaltaron el capitolio, el congreso de brasil, está padeciendo lo mismo. Simpatizantes radicalizados de Jair Bolsonaro, tomaron el congreso, el palacio de Justicia, y la corte suprema, con la intención de provocar una intervención militar para evitar que el Presidente electo Lula Da Silva pueda formalizar su función como presidente. Estos sectores opositores, ocasionaron destrozos dentro de los establecimientos, luego de enfrentar a la policía.
El Presidente Lula Da Silva, como consecuencia de los hechos, decretó intervención federal hasta el 31 de enero, argumentando las ineficacia del sistema de seguridad del gobierno de Brasilia y tratará de vincular los hechos con Bolsonaro a pesar de que este se encuentre fuera del país. El mandatario expresó que vándalos Fascistas, invadieron el parlamento, el supremo, y la presidencia fueron estimulados por Bolsonaro, a consecuencia de esto serán castigados y condenados.
Estudiante de Relaciones Internacionales y Cs. Políticas.