Análisis de la evolución del estado moderno y caracterización de sus distintas etapas

Por: Germán Tamagno

El presente trabajo tiene como objeto la realización un análisis general del desarrollo que ha
tenido el Estado moderno a lo largo del tiempo, con el fin de elaborar una producción
académica que contribuya en el estudio sobre cómo se termina configurando el Estado que
tenemos hoy en día, el cual no surge de manera espontánea e improvisada, sino que su
arquitectura actual es fruto de radicales transformaciones por las que ha ido pasando a lo
largo de siglos. Para la elaboración del presente escrito se tendrá como marco teórico a los
manuales del Dr. Martinez Paz, del Dr. Abal Medina y los textos y contenidos dictados en
clase por el profesor Dr. Ricardo del Barco.


Conceptualización


Lo primero que haré será realizar una precisión técnica del término “Estado”, basándome en
la distinción que realiza Enrique Martinez Paz, distinguiendo entre el “concepto general” y el
“concepto específico” (Martinez Paz, 1988, p. 196). El primero es fruto de la generalización
del uso que ha tenido la palabra Estado y se utiliza para referirse a organizaciones políticas en
general, ya sean contemporáneas o no al Estado moderno. El segundo hace referencia a la
“organización política de los pueblos europeos desde el renacimiento hasta nuestros días en el
mundo occidental” (Martinez Paz, 1988, p. 196) y tiene como supuestos a la población, al
territorio y al poder, siendo este último el elemento que unifica y mantiene la cohesión entre
los primeros dos. La primera expresión entonces puede usarse para caracterizar a cualquier
organización política que se de un pueblo para vivir, que tenga como fin mantener la cohesión
de un grupo y esté ordenada con objetivos concretos; no obstante, es la segunda expresión -la
específica-, en la que nos enfocaremos.


Origen del Estado Moderno


Siguiendo a Martínez Paz (1988) podemos afirmar que este surge a través de la conjugación
de ciertos factores, entre ellos, la aparición de la centralización política cuando se cumple el
proceso de feudalización del imperio, el prevalecimiento del elemento “nacional” y la
organización de los territorios bajo una nueva manera de ser, procesos que, a su vez, se
representan en la unificación que hacen los monarcas de los territorios -que pertenecían a los
distintos señores feudales- bajo su soberanía, generandose un punto de inflexión que da
origen al estado moderno. Según Abal Medina (2010), este se termina de constituir cuando se
inicia el proceso de expropiación de los medios de coerción y administración que tenían bajo
su control distintas asociaciones políticas como los señores feudales, órdenes religiosas, etc.


El Estado Absolutista


En ese marco, surge en el siglo XV esta primera versión del Estado moderno, a partir de la
crisis del feudalismo y con la necesidad de un gobierno que centralizara la administración
estatal. Entonces, los reyes de Europa comienzan a concentrar y centralizar el dominio sobre
sus tierras, ya sea haciendo pactos con los señores feudales para recibir sus territorios a
cambio de algún privilegio o reconquistándolos a través de guerras. Por otro lado, Abal
Medina (2010) refiere a que su origen obedeció principalmente a factores militares y
económicos, ya que la monarquía absoluta brindó a la naciente burguesía un “orden” que la
nobleza feudal no le podía garantizar, y como contraparte de esto, el rey halló en esta
burguesía una gran fuente de financiamiento alternativa, evitando así los controles que la
nobleza le imponía a cambio.
Entre sus características principales podemos mencionar que: se conforma un conjunto de
normas bajo los principios del derecho romano, luego de eliminar los distintos tipos de
derecho existentes; el sistema económico predominante es el mercantilismo; el Monarca es el
soberano absoluto y máxima autoridad; el rey es único, vitalicio, hereditario y teocrático; no
existía separación de poderes; la ley es la voluntad del rey y este concentra el monopolio del
poder del estado. Para explicar esto último, Abal Medina (2010, p. 105) señala que “las
monarquías absolutas concebían el poder como de origen divino. La característica de esta
forma de organización política es la fuerte concentración de poder en la persona del monarca,
que sólo respondía por sus actos ante Dios.”
Quien realiza un aporte importante para fundamentar el poder absoluto es Hobbes, que
defiende este poder no en nombre de un derecho divino en manos del rey, sino en defensa de
los intereses de los individuos, de mantenerse con vida y en paz, siendo el Estado quien debe
garantizar el orden social y político. (Abal Medina, 2010).


El Estado Liberal


Surge en el siglo XIX en el marco del Estado absolutista como una protesta religiosa,
política, económica y social, y simultáneamente como una afirmación de libertad en distintos
aspectos, buscando limitar el poder y garantizar los derechos fundamentales, adquiriendo
pleno desarrollo en la edad moderna. Se da un contexto de cuestionamientos al poder
absoluto y sus pretensiones divinas, por lo que busca restringir los poderes del Estado y
defender los valores de la tolerancia, la vida privada, la propiedad privada y el mercado
competitivo. Según Abal Medina (2010), se establece una nueva forma de relación entre el
estado y la sociedad civil, debido a que la naciente burguesía dejó de creer necesario la
existencia de un poder absoluto para la defensa de sus intereses económicos, al ver como
medidas de este como el mercantilismo o las guerras religiosas ponían trabas al desarrollo
del mercado. El Estado absoluto podía actuar de forma discrecional y no previsible, por lo
que entraba en contradicción con los intereses de estos sectores, lo que hizo que este tipo de
Estado fuera incompatible con los intereses de la burguesía.
Por otra parte, la nueva relación que surge se enmarca en el constitucionalismo y en
consonancia con esto, uno de los principios del Estado Liberal es la división de poderes, lo
que da seguridad a los derechos a través de una ley independiente y superior, lo que solo
puede estar garantizado con un poder judicial independiente del ejecutivo y legislativo.
Abal Medina (2010, p. 108), para distinguirlo del Estado Absolutista destaca la concepción
de la burguesía: “ La diferencia central entre la época en que escribe Hobbes y la de Locke se
encuentra en que en la del primero las nacientes burguesías nacionales se sentían protegidas
por el Leviatán, mientras que en la época de Locke ya se creen lo suficientemente fuertes
como para poseer por sí mismas el poder. “
De esta forma, el Estado Liberal se presenta como un tipo de organización política totalmente
compatible con el capitalismo. Se establece una sociedad de individuos libres que compiten
en el mercado, en el marco de una democracia restringida. En la visión liberal que enmarca
este Estado, basada en el pensamiento de Adam Smith, el estado cumple una función
negativa: remover los obstáculos para la autonomía de los mercados. El autor centra su
análisis en la idea de la mano invisible y en un modelo de sociedad en la que si “cada hombre
lucha en forma egoísta por conseguir su bienestar particular, se logrará por un efecto cascada
el bienestar de toda la comunidad”. (Abal Medina, 2010, p. 109).
La crisis de este Estado es causada por los problemas sociales que generó la revolución
industrial. El liberalismo económico no solo no pudo satisfacer las necesidades de la época,
sino que también generó desigualdades y diferencias de clases a través del sistema de la libre
competencia. Esto se da paralelamente con una explotación a los trabajadores, haciendo
surgir la cuestión social, en la que la clase trabajadora reclama al estado no sólo la protección
de los derechos individuales clásicos, sino también de la justicia social con una mejor
distribución de riquezas.


El Estado Totalitario


Surge entre la primera y segunda guerra mundial, como una reacción al liberalismo. Se
caracteriza por la ausencia de reconocimiento de los DDHH y de la libertad del individuo. Es
una creación del siglo XX a la que hace referencia Orwell cuando plantea ese mundo en el
cual alguien vigila todo incluido el pensamiento y la vida privada está totalmente controlada.
Comienza a partir de un hecho novedoso y catastrófico que fue la primera guerra mundial,
que provoca la irrupción de una nueva realidad desconocida. Es así que emergen nuevos
estados y una realidad social de alta complejidad y una realidad económica caracterizada por
el resultado adverso de la guerra. Dentro de este contexto aparece un nuevo sistema político
que hace el orden, el control, la búsqueda de la solución global a problemas globales como el
desempleo, la inflación, etc. Acá tenemos la España fascista, la Alemania nazi, la Rusia
comunista. Algo que puede ser importante empezar a visibilizar es la presencia de China
dentro de este tipo de Estados en aquella época. Nuestro conocimiento respecto a esta es aún
menos seguro de lo que era sobre la Rusia de los años 30, ya qué el país ha conseguido
aislarse a sí mismo mucho más radicalmente contra los extranjeros tras su revolución
victoriosa. (Hannah Arendt, 1951).
Por otro lado, algo importante a destacar respecto a los totalitarismos, es que estos consideran
al Estado como un fin en sí mismo, por lo que lo suprimen los intereses del ciudadano. Hay
una suerte de religión secular, hay una versión, una doctrina, una ideología que se impone a
toda sociedad desde el vértice superior y todo se interpreta desde allí. Este tipo de Estado
podemos asimilarlo al que vemos la novela “1984”, en la cual observamos como en su
concepción totalitaria el fin de este macroestado está desligado del fin personal de cada uno
de sus miembros, está separado: la famosa concepción de la hormiga en el hormiguero: lo que
importa es la suerte del hormiguero, no la de cada hormiga. Esto lo vemos en la expansión del
proletariado en la concepción del Estado soviético o en el planteo del desarrollo de la raza
superior del regimen nazi, en todos estos casos el fin está separado de las personas.
Sus principales características son: poseer un fin transpersonalista, exaltación del
nacionalismo, irracionalismo, masificación, tecnificación, burocratización; existencia de
partido de masas con organización burocrática militar, inexistencia de división de poderes,
liderazgo carismático de su líder, restricción de libertades esenciales, eliminación de los
derechos individuales junto con las garantías y las libertades humanas, censura completa de
los medios de comunicación y unipartidismo.
Hannah Arendt (1951, p. 5) para referirse a estos, indica que “El designio totalitario de
conquista global y de dominación total ha sido el escape destructivo a todos los callejones sin
salida. Su victoria puede coincidir con la destrucción de la Humanidad; donde ha dominado
comenzó por destruir la esencia del hombre. Pero volver la espalda a las fuerzas destructivas
del siglo resulta escasamente provechoso.“


El Estado de Bienestar


Surge a fines del S XIX y principios del siglo XX, en respuesta de las demandas sociales
originadas por las desigualdades sociales generadas por el liberalismo absoluto. Aparece al
hacerse evidente que el libre juego del mercado, lejos de satisfacer las demandas de todos los
individuos, producía una polarización creciente de la sociedad sobre la base de una gran
desigualdad. Abal Medina (2010) señala que en Alemania encontramos su origen, cuando el
canciller Otto von Bismarck (1815-1898), como forma de canalizar los reclamos obreros que
eran la base social del Partido Socialdemócrata Alemán, implantó el seguro social, fenómeno
que implicó una ruptura con las anteriores políticas de beneficencia, ya que estaba dirigido al
asalariado y porque tenía características automáticas, evitando así la discriminación. Este
Estado tuvo como fin garantizar ciertos niveles mínimos de ingreso, alimentación, salud,
vivienda y educación a los sectores más desprotegidos, no como beneficencia sino como
derechos (Regonini, 1991: 551, citado por Abal Medina, 2010).
Muchos asocian a este tipo de Estado con las políticas económicas keynesianas (Estado
keynesiano) que tuvieron protagonismo desde fines de la segunda guerra mundial, pero son
diferentes. “En primer lugar, mientras el keynesianismo o el Estado Keynesiano significó una
ruptura con la etapa liberal previa a la década de 1930 y una respuesta a las crisis recurrentes
por ésta producidas, el Estado de Bienestar ya había desarrollado sus instituciones antes de la
Gran Depresión. Segundo, las causas que los originaron son diferentes: el Estado de Bienestar
respondió a motivaciones de índole político-social, mientras que el Estado Keynesiano lo hizo
a determinantes de naturaleza fundamentalmente económica. En tercer lugar, mientras los
instrumentos típicos del Estado Keynesiano son flexibles, para poder ser utilizados
anticíclicamente, las instituciones del Estado de Bienestar están caracterizadas por su rigidez,
ya que crean derechos garantizados jurídicamente e incorporados como derechos adquiridos
en la conciencia de la población. Cuarto, el Estado Keynesiano opera en el campo de la
inversión y la producción, mientras que el EB lo hace en el terreno de una redistribución que
pretende permitir el acceso de amplios sectores de la población al consumo de bienes y
servicios” (Isuani, Lo Vuolo y Tenti, 1991: 9, citados por Abal Medina, 2010, p. 110).
Su crisis se produce a partir de la década del 70 cuando los indicadores económicos
mostraron una declinación en la producción y el empleo, sumándose esto a que en los países
centrales se produjo de manera simultánea una recesión e inflación (estanflación). El
elemento detonante de esto fue la crisis del petróleo, generada por el aumento de precio de
este y la crisis fiscal que prosiguió por los cambios demográficos que derivaron en una
población más envejecida y por ende con menor proporción de contribuyentes. Se señala
también como causa la existencia de una crisis de acumulación, es decir, que baja el proceso
de inversión. Esto tendría su origen en el aumento creciente del gasto social por parte del
estado. Es decir, el proceso de redistribución del capital al trabajo habría generado una
reducción del excedente disponible en manos de los capitalistas para destinar a inversiones.


Estado “neoliberal”


Con la crisis del Estado de bienestar se comienzan a plantear una serie de cuestiones acerca
de que tiene que hacer el estado, respecto a qué tipo de gastos debe realizar, cómo se debe
proveer al desarrollo económico, etc. Hay 3 verbos que son claves para entender el estado
estado neoliberal, los verbos son: privatizar, desregular, abrir la economía. Privatizar significa
trasladar del sector público al privado una serie de actividades, que tienen que ver con la
producción de bienes y la prestación de servicios. Se pasa de un sector al otro. En cuanto al
verbo desregular, refiere a eliminar total o parcialmente las reglas o normas a las que debe
ajustarse la economía, a través de la remoción de las regulaciones estatales.Abrir la economía
alude a favorecer el comercio internacional y la competencia. Este nuevo modelo ve en las
intervenciones del estado un obstáculo para el desarrollo económico y social y, en este nuevo
contexto, sus defensores impulsaron una fuerte reducción del estado tanto en su tamaño como
en su funcionalidad, por ejemplo a través de políticas de privatización.
Por último, podríamos decir que el neoliberalismo es una forma de liberalismo que apoya la
libertad económica y el libre mercado, cuyos pilares básicos incluyen la privatización y la
desregulación. Sobre estas bases, sostiene que la solución se encuentra en una vuelta al
mercado, aconsejando reducir el aparato estatal.


Bibliografía:


Hannah Arendt, “The origins of the totalitarianism” © 1951, 1958, 1966, 1968, 1973,
Editor: Harcourt Brace Jovanovich, Inc., Nueva York Versión española de Guillermo Solana.
Grupo Santillana de Ediciones, S. A., 1974, 1998
Juan Manuel Abal Medina. “Manual de ciencia política”, Eudeba, Buenos Aires, 2010
Martinez Paz Enrique. “Manual de Derecho Político”. Ediciones de la Academia Nacional
de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba. Argentina. 1988
Ricardo del Barco. “ESTADO, MERCADO Y SOCIEDAD CIVIL. Una introducción
a paradigmas divergentes. Qué es esa cosa llamada Paradigma”