“Carta a los futuros abogados”

Por Manuel Carrasco

“El futuro abogado argentino está obligado imperiosamente a sostener la democracia, bajo ningún sentido puede, ni debe ser funcional a los actos totalitarios.”

Sufrido es por todos el declive económico, sanitario y social que está atravesando nuestro país, la crisis está afectando a la totalidad de los estratos en cada punto de la Nación. Los problemas son variados: Una pandemia cuyo manejo criticable de los gobiernos ha traído una agudización de los problemas económicos que venían azotando al país; Una debacle sanitaria y psicológica; y una división política evidenciada en la famosa “grieta”. Los ánimos están muy deteriorados, el debate civil es acalorado y violento. No hay lugar para los moderados ni racionales.

Bajo este contexto la política está sufriendo la peor de sus crisis, la falta de institucionalización y el alejamiento del estado de derecho. Tan apartados de la realidad están, que se ha dejado de respetar explícitamente nuestra Constitución. La carta magna de un país es la expresión del ideal del mismo, el documento que reconoce los derechos de la población y los mecanismos para su cumplimiento, determina cuales son las instituciones, sus atribuciones y límites. No hay instrumento más importante para la democracia que la Constitución. La validación de la violencia por parte de la sociedad da pie al político a conseguir resultados a como sea, desconociendo límites y cualquier tipo de ley más que la de él mismo. ¿Qué espacio queda para el estudiante y el profesional del derecho si no existe respeto a la ley por parte del que debe aplicarla?

El futuro abogado argentino está obligado imperiosamente a sostener la democracia, bajo ningún sentido puede, ni debe ser funcional a los actos totalitarios. No cabe lugar para aquellos que haciendo malabares jurídicos intentan teñir de “acorde a la ley” actos tremendamente inconstitucionales. Es urgente el estudio de nuestra carta magna en profundidad. Para defender a nuestro pueblo el ejercicio de los mecanismos de defensa de los derechos es fundamental, los Amparos y Habeas Corpus deben ser materia manejada a la perfección por nuestros profesionales. Estamos forzados a funcionar como garantes de una sociedad que sufre el avasallamiento de sus libertades.

Ni siquiera la facultad nos la está haciendo fácil, estudiar en estas condiciones es toda una odisea. Pero bajo ningún modo debemos dejarnos vencer. La ley es Paz, la ley es orden, la ley es libertad y es nuestra tarea salir de ese país al margen de la ley, para en algún punto poder estar orgulloso de la tarea realizada.