Por Tomas Tymoszczuk
Aún queda mucho por entender sobre verdadero milagro qué es un ADN funcional.
Desde la clonación de la oveja a finales de los 90 en el mundo giró su atención hacia la modificación genética y desde entonces ha permanecido en el imaginario colectivo. Es tal el impacto de este fenómeno qué cientos de películas, libros,series y teorías conspirativas se desarrollan todos los días, pero ¿ Qué es verdad y qué es ficción? ¿Cuál es el grado de desarrollo real de la modificación genética? ¿Realmente estamos ante la posibilidad de volvernos super humanos o de destruirnos convirtiéndolos en monstruos?
Para poder responder estas preguntas es necesario primero comprender qué es el ADN y cuáles son las funciones qué cumple en cuerpo. Todos sabemos qué el ADN es una serie de códigos qué contienen la información qué nos hace ser lo qué somos, pero no es tan conocido de qué manera funciona, por lo qué tratare explicarlo sencillamente.
En el ADN existen porciones “codificantes” , una serie de pares bases, qué son el instructivo para el ensamble de proteínas a partir de los 22 aminoácidos existentes. Las proteínas en el cuerpo no solo forman estructuras, sino qué además adquieren la capacidad de construir, modificar, unir y destruir otras moléculas qué conforman el cuerpo humano.
En un embrión, estas proteínas qué se construyen a partir del código de ADN tienen la capacidad de modificar células y colaborar la creación de nuevos tipos células. Sin embargo, luego de la etapa fetal, las porciones de ADN codificante qué crearon al nuevo ser dejan de ser utilizadas y solo se duplicarán para transmitirse a la próxima generación. En este momento, el resto del ADN codificante será utilizado para crear proteínas qué cumplan funciones de mantenimiento y crecimiento de la persona, ayudando en los procesos metabólicos.
Pero entonces ¿Qué hace la ingeniería genética en personas?
En las personas, a veces, el ADN qué codifica para las proteínas qué ayudan en el metabolismo se daña, lo qué hace qué no se construya o lo hagan de manera errónea. En algunos de estos casos, la terapia genética permite trabajar sobre este par de bases dañado, repararlo y lograr qué se produzcan estas proteínas. Si bien esto es un avance enorme, se aleja mucho del concepto de qué la ingeniería genética puede crear super humanos.
En primer lugar, es importante entender qué las terapias genéticas no crean combinaciones nuevas de ADN sino qué trabajan sobre codificaciones ya conocidas. En segundo lugar, aunque se pueden crear nuevas combinaciones y hasta incluso introducirlas en nuestro genoma, no todas las combinaciones sirven para crear proteínas qué tengan capacidad funcional y mucho menos qué puedan ser aceptadas por nuestro organismo. Además, existe la realidad qué el cuerpo tiene mecanismos qué detectan porciones de ADN qué no son originales a nuestra conformación genética y las destruyen.
Si bien es cierto qué al día de hoy se han podido introducir combinaciones de ADN conocidas de otras especies en el genoma de plantas, generando las famosos cultivos transgénicos, estas aplicaciones son mucho más complejas en animales superiores más evolucionados como los seres humanos por la enormidad y complejidad del código y el funcionamiento del organismo.
En conclusión, aunque podamos soñar con un futuro donde la ingeniería genética sea capaz de generar superhumanos por el momento solo podemos trabajar sobre lo qué está creado/existe. La realidad es qué recién estamos comprendiendo la complejidad de este código enigmático, qué nos conforma y nos hace funcionar, y aún queda mucho por entender sobre verdadero milagro qué es un ADN funcional.
Tomás Emanuel Mesías Tymoszczuk- 18 de julio de 1999
Estudiante de medicina de la universidad nacional de Córdoba. Técnico agropecuario, campeón provincial de las olimpiadas de agro 2018. Diplomado en prevención del maltrato y abuso infantil. Miembro activo de la iglesia bautista, con experiencia en trabajo social en condiciones de precariedad.
Amante del piano, el paisajismo, la historia, la teología y los caballos.