Partidos en dos. (24 de Marzo, 1976)

Argentina, un país que se lo puede caracterizar de tantas maneras que un simple artículo de opinión no bastaría para ello. En este estupendo territorio existe –y en exagerada cantidad- el “bipartidismo”, los Boca y los River, el blanco y el negro, no suelen destacarse los grises, porque claro ¿cómo vas a ser tibio?.

Hace 47 años en nuestro país sucedía un hecho aberrante para el constitucionalismo nacional, el gobierno de turno era suplantado por el propio ejército argentino los cuales procuraban acabar con las “guerrillas” que se distribuían por casi todo el territorio nacional.

Resumiendo la historia recordamos que, luego de la muerte de Juan Domingo Perón, el gobierno quedó en manos de María Estela Martínez de Perón (“Isabelita”) quien era vicepresidenta y esposa de Juan Domingo. En esta época también resalta la figura de Lopez Rega “El Brujo”, quien fuera el acompañante de Isabelita en su desafío como presidenta, aunque para muchos –El Brujo- era quien verdaderamente ostentaba el mando Nacional.

Por el otro lado se encontraban grupos sublevados que originariamente habían sido apoyados por el General Perón, como por ejemplo la agrupación “Montoneros”. A estos se les sumaron el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), todos ellos tenían como principal objetivo combatir al gobierno para lograr una verdadera revolución socialista del proletariado.

Con la muerte de Perón sumado a las revueltas de los grupos sublevados, no podía hablarse de un gobierno Nacional “estable”, por lo que son las fuerzas militares nacionales -al  mando del genocida Jorge Rafael Videla– quienes toman el mando del Gobierno Nacional el 24 de marzo de 1976.

“Videla, Viola, Galtieri y Bignone” fueron los cuatro presidentes de facto que dirigieron al país entre los años 1976 y 1983, pero ¿cómo llegaron al poder?.

Resulta absurdo que al día de hoy en Argentina nadie pueda decir con seguridad que sucedieron esos días de marzo de 1976, de un lado aquellos que aseguran la toma del poder mediante la violencia, por el otro quienes sostienen que el poder fue otorgado por la propia presidenta (Isabelita) a través de ciertos documentos que avalan tal acto.

Al día de hoy, 47 años después, los argentinos seguimos debatiendo que sucedió aquella fecha porque nadie puede decir con certeza cuál es la verdad. Durante estos años predominó la idea de que el gobierno fue tomado por la fuerza, idea que se encuentra avalada por los posteriores actos terroristas que el propio Ejército Argentino cometió.

Por otro lado existe el debate sobre si hubo una “guerra civil” o un “terrorismo de estado”. ¿El ejército nacional tuvo que tomar el poder para combatir a los grupos revolucionarios y por eso podemos hablar de una guerra civil? ¿O fue el propio ejército el que decidió acabar con los grupos revolucionarios de una forma totalmente repudiable?

Que los grupos revolucionarios existieron, es verdad. Ahora, decir que estos grupos solo querían una revolución pacífica es caer en una severa falacia, porque en esta historia no existen santos, no hay héroes, esta historia es una mancha negra para el trayecto de nuestro país. Fue una década oscura para Argentina, pese a esto no podemos dejar de olvidarla porque quien olvida los errores del pasado está condenado a cometerlos en el futuro. 

Aún respecto a este trágico hecho nosotros, los argentinos, no podemos ponernos de acuerdo para averiguar la verdad de lo que sucedió aquellos días de marzo de 1976, dejando en claro más que nunca la grieta que nos divide desde hace décadas.