Por Tomás Mesias-Tymoszuk
“No se trata de dietas, sino de hacer un cambio de hábitos, la información está ahí afuera, solo hace falta que vos decidas tomar el poder sobre tu alimentación.”
Al señor Director:
Probablemente si naciste entre 1996 y 2005 tuviste la suerte de vivir en un mundo, que, a pesar de tener profundas desigualdades, ha sido capaz de generar una revolución en la manera que transmitimos la información. No importa de qué clase social provengas, es muy probable que el día hoy tengas acceso a conocimientos que tus padres a tu misma edad no tenían y eso es excelente, pues la información es la herramienta que nos empodera para poder transformar nuestra realidad. Esta tendencia es notable en cada aspecto de nuestra vida y se vuelve especialmente importante en un área tan determinante como la salud.
Es probable que en algún momento de tu vida escolar hayas participado de una campaña de prevención del tabaquismo, del consumo de drogas y (con suerte) de las ETS y el embarazo no deseado. Pero incluso en la era de información existe un fantasma silencioso que año a año es el responsable de llevarse más vidas humanas que cualquiera de los factores que mencionamos anteriormente. Según datos recogidos por el misterio de salud de la nación. El 61,6% de los argentinos tiene exceso de peso, en una proporción de 36,2% de personas con sobrepeso y 25,4% con obesidad. Además, según datos de la 4º Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) realizada por la Secretaría de Gobierno de Salud y el INDEC, el avance de la epidemia es claro, si se considera que la obesidad alcanza hoy a un cuarto de la población y aumentó desde 2005 casi 11 puntos porcentuales.
Seguramente te estás preguntando ¿Cuál es la importancia de estos datos? ¿Cuál es el problema que en la argentina haya más gente con sobre peso? Pues porque, a pesar de no tener la misma propaganda que el consumo de drogas y el alcoholismo, la mala alimentación es uno de los factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no trasmisibles la cuales son responsables del 73% de las muertes en nuestro país.
Si analizamos solo un ejemplo como la diabetes, un claro efecto de una mala alimentación, esta alcanza entre un 10 y 12% de la población argentina presentando en nuestro país, según datos de la OMS, 9440 muertes directas por diabetes y otras 22250 muertes por hiperglucemia y esto es tan solo una enfermedad, Imagínense que analizáramos el resto de las enfermedades provocadas por una mala alimentación, los números de muertos anuales harían ver al covid como un mal resfriado.
La escalofriante cifra es señal de que a pesar de los argentinos creemos que comemos bien y que nada puede pasarnos, todos los días el 60% de la población emprende un camino que va perjudicando su salud sin saberlo.
Ahora, no es la intención de esta nota causar un pánico o una psicosis con la comida, sino todo lo contrario.
Como mencionábamos antes, creemos que la información es poder y que una vez que tenemos acceso A la misma, tenemos la capacidad de tomar una decisión para transformar una realidad. ¿De qué manera puedo comenzar a tener hábitos de vida más sana? Si vas a la UNC, la secretaria de asuntos estudiantiles tiene un programa de reeducación alimentaria y profesionales capacitados para brindar asistencia gratuita a los alumnos que quieran ser parte. Si no estás estudiando en Córdoba, en instragram existen muchísimos profesionales que todos los días suben información de manera muy didáctica para que cada día puedas ir mejorando pequeños aspectos de tu alimentación, con solo buscar la palabra “nutri”. No se trata de dietas, sino de hacer un cambio de hábitos, la información está ahí afuera, solo hace falta que vos decidas tomar el poder sobre tu alimentación.
Tomás Emanuel Mesías Tymoszczuk- 18 de julio de 1999
Estudiante de medicina de la universidad nacional de Córdoba. Técnico agropecuario, campeón provincial de las olimpiadas de agro 2018. Diplomado en prevención del maltrato y abuso infantil. Miembro activo de la iglesia bautista, con experiencia en trabajo social en condiciones de precariedad.
Amante del piano, el paisajismo, la historia, la teología y los caballos.